El agua
Es agua es uno de los elementos naturales más importantes para el ser humano. Sin el agua, no existiría la vida. Además, nuestro cuerpo está formado principalmente por agua (en torno al 60 %).
Diariamente nuestro cuerpo realiza un sin número de procesos en los que se pierde agua, por lo que la piel tiende a resecarse, además disminuye la humedad de nuestro organismo, necesaria para funcionar bien.
En condiciones normales y con un adecuado funcionamiento del riñón, una persona pierde alrededor de un litro y medio de agua al día, distribuidos entre el agua como orina, durante la respiración como vapor de agua, en el sudor y desde luego dependiendo de las condiciones climáticas (frio/calor) y actividad física que se realice y por la materia fecal. Por lo tanto es necesario que le ayudemos a nuestro cuerpo a mantener el equilibrio, compensando esta pérdida tomando no menos de un litro y medio de agua diariamente y mucho mejor su completamos los dos litros. Para ello se recomienda beber agua repartiendo su ingesta durante toda la jornada. (mínimo unos 8 vasos al día)
El no beber la cantidad suficiente de agua provoca en nuestro organismo una serie de malestares, indicándonos con ello que el agua que les estamos suministrando no es suficiente. Estos son algunos síntomas provocados por pequeños estados de deshidratación:
- Dolor de cabeza.
- Fatiga.
- Cambios de humor.
- Calambres.
- Dolores musculares.
Estos síntomas suelen presentarse en estados de deshidratación crónica, cuando la ingesta de agua es menor de 700 mililitros diarios (menos de 3 vasos de agua al día) por un tiempo prolongado:
- Adormecimientos de las extremidades.
- Alteraciones de la vista.
- Dificultades para tragar.
- Delirio. (en casos extremos)
- Ataques cardiacos (también en casos extremos)
Por otra parte el beber la cantidad suficiente de agua, nos reporta una serie de beneficios. Los más representativos son:
Piel más sana, limpia y sin arrugas
El agua representa el 70% del peso de las células, por lo tanto tomando agua se fortalecen las células de la piel, logrando “humectarla”, limpiarla y mantener su elasticidad (retrasando la formación de arrugas… que ésto nosotras nos importa).
Bajar de peso
El agua es recomendada como uno de los factores principales de la mayoría de las dietas por lo siguiente:
Principalmente elimina el apetito.
Con la suficiente cantidad de agua, los riñones se encargan de que la grasa que comemos, en vez de ser guardada en el cuerpo, sea usada como energía (o sea, con el tiempo, eliminada). Sin lo necesario, esa tarea la termina haciendo el higado…
El cuerpo cuando nota que falta agua, lo que hace es guardar lo mejor que puede ese agua que le queda. Guarda afuera de las células y eso produce una “hinchazón” en el cuerpo. Lo mejor para esto es darle agua. O sea, para evitar retener agua, hay que tomar más agua.
Mejor rendimiento Físico
Es recomendado tomar agua antes y después de alguna actividad o ejercicio físico para evitar, por ejemplo, calambres. El agua lubrica mejor las articulaciones y mejora la resistencia de músculos y ligamentos.
Por otro lado, ayuda a mantener los músculos tonificados y ayuda a evitar la flacidez de la piel de la persona que acaba de bajar peso (digamos, no te cuelga más una bolsa de piel abajo del brazo).
El agua funciona de “anti-acné”
Elimina toxinas, desechos del cuerpo y grasas, y mejora las defensas del cuerpo, por lo tanto ayuda a mejorar la salud y belleza del cuerpo en general, evitando enfermedades e infecciones.
Te mantiene despierto y lúcido
En el día a día, tu cuerpo pierde agua a través de la transpiración, la “orina” (pis!), la simple respiración, o hasta las lágrimas. Eso produce una deshidratación por lo menos mínima (pero deshidratación al fin), que puede llevar a problemas de atención, desgana (por falta de energía), cansancio, dolores de cabeza y hasta mal humor. La solución: Obviamente, recuperar eso que perdimos.
Y varias cosas más…
Como pueden ser evitar el estreñimiento, la digestión y absorción de los nutrientes de las comidas, en la temperatura corporal, y una lista de etcéteras.
No esperar a tener sed para tomar agua. Tener sed es llegar a que el cuerpo sienta la deshidratación y nos exija hacer algo con eso. Si estás tomando menos de lo que tendrías que tomar, es muy probable que al principio sobre todo, no sientas sed cuando quieras llegar a lo “recomendable”.
Creo que con todos estos motivos, vale la pena empezar a reemplazar cualquier cosa que estés tomando por una buena dosis de agua.
Besos desde mi blog!!
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